Nota: Este artículo fue publicado en español el 31 de julio. It is available in English by clicking here.

Parecía ser una tarea difícil.

Durante meses, padres, estudiantes y activistas, han pedido a los líderes de la Junta Directiva del Distrito Escolar Unificado de Santa Ana, agilizar un cambio en las prácticas disciplinarias que respondes con castigos, a un modelo más comprensivo y que tomen en cuenta los problemas que se desprenden de este.

Programas como justicia restaurativa, argumentaron los defensores de las nuevas prácticas disciplinarias, han demostrado que reducen la violencia en las escuelas y ayudan a prevenir que los jóvenes se involucren en el crimen.

A punto de obtener 56 millones de dólares, el Distrito escolar, en fondos estatales adicionales para apoyar a los estudiantes con grandes necesidades, con la condición que las autoridades escolares involucren a padres y estudiantes en la toma de decisión de cómo gastarlos.

Mientras tras reiteradas peticiones, tanto en público como privado, la plataforma de los defensores de nuevas prácticas disciplinarias, sólo habían logrado conseguir el apoyo de sólo uno de los cinco miembros de la Junta del Distrito Escolar; John Palacio.

Así que siguieron presentando a los funcionarios del distrito, los casos de historias personales donde padres narraban cómo las actuales políticas disciplinarias habían afectados a sus hijos.

El enfoque tuvo un impacto importante

A fines del mes pasado, los miembros del consejo aprobaron un plan de gastos que incluye más de 7 millones de dólares, para implementar los programas de justicia restaurativa y otros que presentaron el grupo que aboga por nuevas prácticas disciplinarias.

“Ustedes han hecho una diferencia, porque educaron a la junta y también a mí”, señaló John Palacio, quien ante más de 40 estudiantes, padres y activistas comunitarios, durante la celebración organizada por el grupo la semana pasada. “Estamos a favor de que la justicia sea restaurativa”, finalizó

Otros programas que se incluyen en el plan financiado, es un comité de vigilancia del ambiente escolar, donde se incluyan las prácticas de las políticas disciplinarias, contra el acoso escolar y campañas de “escuelas seguras y sensibles” y se publiquen en la página de Internet de las escuelas, en inglés y español.

El grupo que aboga por nuevas prácticas disciplinarias afirmó que este es sólo el principio del trabajo con funcionarios escolares.

“Nuestra ánimos pueden bajar, si no estamos enfocados en ello y no sería implementado en la forma en que imaginamos”, dijo Laura Kanter, director de servicios a jóvenes de la organización The Center OC, un grupo de defensa de la comunidad LGBTQ (Lésbica, Gay, Bisexual, Trasgénero en sus siglas en inglés). “Vamos a tener que seguir para construir y mantener nuestra base”.

Hasta el momento todavía se encuentran lejos de una victoria completa, por lo que siguen trabajando en diversos frentes con funcionarios del distrito escolar.

Después de una profunda investigación de nuevas políticas disciplinarias, el grupo habló en reuniones de la junta escolar, a su vez se reunieron con miembros de la junta y encontraron a los maestros que apoyaron sus esfuerzos.

“Con el tiempo tenían que prestar atención”, dijo Kanter. “Simplemente estábamos aquí.”

El grupo analizó quien podría apoyar sus propuestas, quienes probablemente nunca los apoyarían y quien podría ser convencido. También se buscó al “campeón” de sus propuestas, dentro de la Junta Escolar, dijo Kanter, este fue John Palacio.

La clave fue traer las historias de los estudiantes, a los líderes del distrito escolar, para ayudar a ilustrar el efecto de la justicia restaurativa.

Un estudiante, Juan Julio, dijo públicamente a los miembros del consejo, que estaba a punto de ser expulsado de Santa Ana High School. En cambio, dijo, su vida dio un vuelco, después de que él fue enviado a la escuela de recuperación de Lorin Griset, donde un programa dirigido por Niños y Hombres de color de Santa Ana (Santa Ana Boys and Men of Color), enfatiza en la justicia restaurativa a través de intervenciones entre las partes involucradas.

“Me encanta la escuela ahora. Me encanta estar allí y que he cambiado mi manera de pensar “, afirmó Julio.

Una madre también habló de su hijo, que tiene un problema de aprendizaje y la experiencia negativa que tuvo con las políticas de disciplina de la escuela, dijo Rafael Solórzano de Santa Ana Boys and Men of Color.

“Fueron historias poderosas”, dijo Solórzano.

Los defensores de nuevas prácticas disciplinarias, se reunieron con todos los miembros de la junta escolar que quisieran escucharlos, afirmó Kanter, con cada miembro de la junta, excepto Rob Richardson.

Las reuniones cara a cara entre jóvenes, padres y funcionarios del distrito fueron clave para construir una relación de confianza, dijo Solórzano.

Palacio estuvo de acuerdo. “Se pone un toque personal, de a ambos lados… para escuchar sus historias, para escuchar sus necesidades”, dijo.

Entre los miembros del consejo, agregó, ” hay una suposición de que somos conscientes de lo que está sucediendo en la comunidad al estar todo tranquilo”, y si todo está tranquilo, entonces está bien.

“Pero también nunca preguntamos “, dijo Palacio.

A través del reciente compromiso, afirmó Solórzano, los jóvenes y los padres están viendo “una mejor relación con el distrito escolar. Una que realmente apunta hacia un futuro de trabajo conjunto y realmente se comienza a construir comunidad con ellos”.

Con este nuevo acercamiento, Solórzano confirmó, la juventud y los padres ven ” una relación mejorada con el distrito escolar. Uno que realmente señala hacia un futuro funcionando juntos y el principio verdadero de construir la comunidad con ellos. “

La estrategia que se involucró, dijo Solórzano, fue “sentarse a la mesa para hablar”.

Para Kanter, una de las grandes lecciones fue” ser persistentes… comenzar bien y obtener un poco más a medida que se avanza”.

Aunque el grupo no consiguió todo lo que quería – como la reducción de las detenciones de los estudiantes y la prohibición de las medidas disciplinarias en caso de rebeldía – pero están contentos con lo que lograron.

“Creo que a través de una comunicación y de un seguimiento constante y estar siempre ahí para mantener la responsabilidad de los directivos del distrito, aprendí lo que era el compromiso”, dijo Solórzano.

“El compromiso no sólo es estar recibiendo, sino también participando y manteniendo el dialogo con todas las partes interesadas.”

Para Palacio, el proceso de participación fue una oportunidad de aprendizaje importante, tanto para la junta directiva y como para los activistas.

El distrito ya había empezado a aceptar un cambio importante en su enfoque de la disciplina, señaló Palacio, con una reducción del 35 por ciento en suspensiones y expulsiones en los últimos años y el 70 por ciento de recorte en la disciplina de “rebeldía”,

Y los programas del tipo restaurativo han sido eficaces en el distrito, agregó.

El programa de Lorin Griset, llamado Joven Noble, “ha hecho muy bien en términos de enseñar a nuestros estudiantes cómo respetar a los demás y al mismo tiempo también abordar las cuestiones que muchos estudiantes se enfrentan”, dijo Palacio.

La justicia restaurativa tradicionalmente no se implementa en las escuelas públicas, añadió, por lo que se necesita tiempo para capacitar al personal y convencerlos de que funciona. “Tienen que comprender” para el éxito de la implementación, dijo Palacio.

También fue clave en este esfuerzo, el comprender para los involucrados, afirmó Solórzano, en el proceso de investigación que hicieron los padres y a los jóvenes, ayudó que ellos entendieran los programas de justicia restaurativa y a su vez los preparó, para hablar con diversos con funcionarios escolares.

Los partidarios ven esto sólo el inicio del trabajo para involucrar a los padres y estudiantes en el proceso de toma de decisiones en el distrito.

En su celebración la semana pasada, los padres entregaron el mensaje directamente a dos miembros de la junta directiva-Palacio y Cecilia Iglesias-quienes han animado la iniciativa.

Al venir a la celebración ‘ y reconocimiento nuestros esfuerzos, dijo Kanter, Palacio e Iglesias demostraron que no eran “una especie inalcanzable de figuras simbólicas del poder.”

“¿No sería genial?” si cada funcionario electo hiciera lo mismo, añadió.

Puede ponerse en contacto con Nick Gerda en ngerda@gmail.com.

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